viernes, 17 de diciembre de 2010

AIRBOURNE

14 de diciembre 2010. Sala La Riviera


Entre unas cosas y otras, y por diversas circunstancias personales que no vienen al caso, llevaba justo tres meses sin asistir a un concierto en directo desde que disfrutamos del Leyendas del Rock en San Javier. Y la verdad es que ya había ganas, más teniendo en cuenta que mi reencuentro con el directo iba a producirse con una de las mejores bandas de la actualidad. Por si esto fuera poco aun tenía la espinita calvada de su anterior venida a la sala Joy Eslava de la capital del Reino, donde finalmente me quedé con las ganas de poder verles, y de la que toda la gente hablaba maravillas. Lo único que me faltó es que en esta ocasión abrieran también los tremendos barceloneses ’77 como sucedió entonces, en su lugar lo hicieron unos excesivamente punk rockeros Motociclón que no me dijeron gran cosa en su actuación a pesar de disponer de tres cuartos de hora en los que lo intentaron pero al menos a mi no me convencieron.



Pero vamos a lo importante. Y lo importante empezaba prácticamente a las diez de la noche en punto como estaba anunciado cuando comenzó a sonar una guerrera y épica intro que dio pasó a la avalancha de rock and roll que se nos vino encima de la mano de de estos cuatro chicos australianos que se hacen llamar AIRBOURNE. Así abrieron fuego con “Raise The Flag” a modo de declaración intenciones sonó atronadora y contundente, pero limpia y sólida, con un toque metalero y con un Joel O’Keeffe a la guitarra y la voz encabezando una fantástica formación que no paró de dar caña en la hora y veinte minutos de concierto que nos ofrecieron.
A algunos les puede parecer poco tiempo, pero viendo la intensidad y energía con la que se entregaron Joel, su hermano Ryan a la batería, el bajista Justin Street y el guitarrista David Roads (estos dos últimos prácticamente sin parar de mover el cuello), la verdad es que creo que no se les puede reprochar nada, aunque seguro que nos hubiera gustado disfrutar algo más de su buen hacer. A todo esto la gente, que llenaba casi en tres cuartas partes la sala, ya estaba prácticamente entregada a la causa desde el primer riff que salió de las Gibson Explorer de la pareja de hachas que lo hicieron francamente bien con el telón de fondo de la portada del último disco de la banda “No Guts, No Glory”, del que fueron alternando temas con los de su anterior entrega “Runnin’ Wild”.
De esta cayó a continuación la contundente “Hellfire” coreada por la audiencia junto a David y Justin que apoyaron mucho y bien en los coros durante todo el show a Joel que al final anduvo un poco justo, pero que no paró de moverse e interactuar con el personal, como hizo seguidamente en la contagiosa “Chewin’ The Fat” estampándose una lata de cerveza en la cabeza y soltando su contenido sobre el público para mayor regocijo de estos. Mínimo respiro para cambiar las Explorer por una pareja de Gibson SG de aire más AC/DC para “Diamond In The Rough”, rematada por la tremenda y festiva “Blonde, Bad And Beautiful” que fue de las más celebradas y coreadas, al igual que “Girl In Black” en la que un pipa subió sobre sus hombros a Joel para meterlo entre el público mientras seguía destripando su SG al más puro estilo Angus Young.
Vuelta a la onda más metalera Explorers en mano con “Bottom Of the Well” que también me gustó mucho y en la que el frontman del grupo hizo jugar al respetable con su mechero, cambiándolo por una botella de vino barato, según dijo él, y proponer a la gente que se subiera a hombros del que tuviera al lado para dar cuenta de la cachonda “Cheap Wine & Cheaper Women”. A todo esto sin parar de moverse todo el grupo, y sin dejar de sonar perfectos y rotundos, con cambio de telón por uno negro con el logo de la banda con una calavera alada que sirvió de marco para la más Motorheadiana “Born To Kill” que fue todo un pelotazo. De aquí al final no paró la fiesta, primero con los oes, oes, oes, futboleros del público replicados por las guitarras del Joel y Daivd dando entrada a “No Way But The Hard Way” que ratificó su condición de single, junto a la inmensa “Too Much, Too Young, Too Fast” con la que se despidieron por primera vez agradeciendo de corazón con un gesto con las manos un poco horterilla como suele hacerlo algún futbolista cuando marca un gol.
No se hicieron de rogar y volvieron con otros dos descargas imprescindibles en su repertorio, la primera “Runnin’ Wild” en la que insertaron un mínimo fragmento del “Paranoid” de Black Sabbath, y donde Joel repitió el número de la lata de cerveza pero con tres latas en vez de con una, provocando el éxtasis comunitario de unos fans que ya comían en su mano, uniéndose al final de fiesta de “Stand Up For Rock’n’Roll” que puso el cierre. Una tremenda actuación en la que, por si había dudas, Airbourne se reafirmó como una de las apuestas seguras dentro del hard rock’n’roll de presente y de futuro. Clase, actitud, y juventud les sobran.
Mariano Palomo

miércoles, 15 de diciembre de 2010

FIREFEST 2010

Como viene siendo habitual estos últimos años parte del equipo de Alianza, no todo el que estaba previsto en un principio, se trasladó a Nottingham para asistir al evento más significativo del rock melódico continental, el festival FIREFEST. En esta ocasión le ha tocado llevar el peso total de la crónica a Jesús "Nono" García y dado lo amplio del cartel y la extensa duración de festival puede que echéis en falta alguna referencia más amplia de ciertas bandas, pero entenderéis que una persona no puede abarcar tanto trabajo. En caulquier caso creemos que que a continuación podéis encontrar un buen y significativo reflejo de lo que sucedió en el festival. Que lo disfrutéis. 

VIERNES 29 DE OCTUBRE NOTTINGHAM TRENT UNIVERSITY


Y como pasó en anteriores ediciones del Firefest, el local donde se celebró la fiesta presentación de la 7ª edición del festival estaba totalmente abarrotado.
Emocionaba ver la enorme cola de gente para entrar. De hecho, muchos preferían el concierto del viernes a los grupos que tocaban tanto el sábado como el domingo.
Este año la organización mejoró notablemente el sonido, colocando la mesa en lugar preferente y el técnico supo hacer mucho mejor su trabajo, logrando que los tres grupos sonaran bastante mejor.

Abrieron fuego los finlandeses RECKLESS LOVE, un grupo hecho por y a la medida de su cantante, el guapísimo Oli Herman (tan guapo es que parece un barbie, demasiado). Otra cosa es cantar, eso ya es más difícil. No es que sea malo, pero tampoco es bueno. De pinta fenomenal, ágil como David Lee Roth y con tablas, pero bastante plano de cuerdas vocales. Desgranaron como es lógico su único trabajo, titulado como el propio grupo. Temas como "Feel My Heat", "Romance", "Back to Paradise" y la contagiosa "So Yeah!!" gustaron al público. Bastante cumplidor el guitarrista (Pepe) y normalitos Jalle Verne y Hexxu Moxx al bajo y batería respectivamente. No estuvieron mal, pero les falta mucho, bastante camino por recorrer.


CRAZY LYXX son bastante mejores. No sólo porque tengan dos discos y muchos mas conciertos en su carrera, sino porque son ante todo grandes músicos. Su concierto fue de puro hard rock. Cuando les ví y pese a ser suecos, me recordaron a grandes formaciones U.S.A. de este tipo como Firehouse, Warrant o Danger Danger. Tienen un buen cantante (Danny Rexon), buenos solos de guitarra (Andy Dawson) y una sólida formación. Cómo es lógico, tocaron la mayor parte de su último y segundo disco, el reputado "New Religion". Canciones como "Rock and Hard Places", "Blame It on Love" o "Voodoo Woman" no faltaron, pero además tocaron para gozada de los asistentes los dos mejores cortes de su primer trabajo ("Loud Minority"), la estupenda "Heroes are Forever" y el single "Do or Die". Gran concierto y gran futuro para ellos, si siguen en esta línea.


H.E.A.T juegan en otra división. Para mi son los mejores, los herederos naturales de las grandes bandas como Treat, Europe, Fate, etc. Todos recordamos el enorme concierto que se marcaron en la anterior edición del Firefest, pero estábamos ansiosos por ver y escuchar a su nuevo vocalista, Erik Gronwall. Sorpresa: tío de pelo muy corto y platino a lo Billy Idol, muy poca pinta, pero…Qué pedazo de voz. Tremendo el amigo Erik. En sólo dos temas hizo que nos olvidáramos de Kenny, el anterior vocalista. Te puedes imaginar el set: lo mejor del primero ("Never Let Go", "Late Night Lady", "Keep on Dreaming", "Cry",etc.) y lo mejor del segundo y estupendo "Freedom Rock" como fueron "Stay", "Everybody Wants to be Someone" y las tremendas "Nobody Loves You" y la acústica "Who Will Stop the Rain", que les quedaron bordadas. Enormes otra vez los H.E.A.T, el futuro del hard rock en Europa sin duda alguna y un descubrimiento su nuevo vocalista, Erik Gronwall.

La noche del viernes fue todo un éxito. Cansados pero contentos nos retiramos al hotel, esperando nuevas emociones para el sábado.

SÁBADO 30 OCTUBRE NOTTIGHAM ROCK CITY

Después de los buenos conciertos del viernes, sobre todo H.E.A.T, el listón estaba bastante alto. El sábado 30 arrancaba oficialmente la 7ª edición del Firefest, y aunque el Rock City aparecía semi lleno, los conciertos no empezaron a su hora por diversos problemas técnicos, incluído un cambio de mesa de mezclas que retrasó el horario de los shows.


El festival arrancó con un breve pero intenso concierto de los suecos GRAND ILLUSION. Son un grupo que suenan de fábula en todos sus trabajos, con gran sonido y un montón de buenos coros, pensaba que lo tendrían difícil en directo, pero cumplieron de sobra. Lo mejor su cantante, Peter Sandell y la buena selección de las canciones, con clásicos como "All Out of Love" y "Brave New World" de su último disco. Un gran comienzo para el Firefest, que nos hizo olvidar los problemas técnicos y el retraso.


Lo siento, no pude asistir al show de BEGGARS AND THIEVES. Me cuentan que gustaron bastante en directo, con esa mezcla de hard rock melódico con aromas blusies, que aportaron otro aire a un festival de rock melódico.


Y los que gustaron bastante fueron los americanos BANGALORE CHOIR, con su vocalista David Reece (Accept, Gypsy Rose) al frente. No vinieron a publicitar su nuevo trabajo en estudio después de muchos años, el interesante "Cadence". Se centraron en su recordado "On Target" (reeditado este año), y clásicos tan buenos como "Angel in Black", "Loaded Gun" o "All or Nothin´" fueron coreados por el público. David Reece se mostró bastante bien de voz y de actitud sobre el escenario, y los guitarristas Curt Mitchell y Andy Susemill lo clavaron, dedicando el "Heroes Die Young" a los recordados Steve Lee y Ronnie James Dio. Fenomenal detalle.


A rey muerto, rey puesto. Claro que hubiéramos preferido a SARAYA, pero allí estaban los SHOTGUN SYMPHONY para sustituirlos. Pude ver su show hace ya diez años en el Gods A.O.R., y aquí también cumplieron. Nuevamente Tracy White (voz) y Ed Avila (bajo y coros) llevaron el peso del grupo, y aunque con matices volvieron a gustar, sobre todo con clásicos como "Highway To Tomorrow" o la maravillosa "Believe in Me".


Uno de los momentos grandes del Firefest era la actuación de los alemanes BONFIRE. A diferencia de la mayoría de los grupos del festival, que apenas tocan en directo, Bonfire si hacen sus giras, están bastante rodados. Eso se nota en directo. Además habían prometido tocar para la ocasión uno de sus álbunes de culto, el recordado "Fireworks" (1987). El concierto fue muy agradable, con Claus Lessman bastante fino de voz y muy cariñoso con el público, descargando clásicos como "Never Mind", "Don´t Get Me Wrong", "American Nights" o "Sweet Obsession" entre otros. Fantástico concierto.


Y llegó la hora de DARE , que jugaban en casa. Dijeron que tocarían el maravilloso "Out Of The Silence", y casi. La primera mitad del concierto fue radiante con temas como "Into the Fire", "Raindance" o "Runaway", además del "King of Spades", para decaer después con temas más Folk y de onda céltica, cercanos a sus últimos discos. Tanto Darren Warthon a las voces como Vinny Burns a las guitarras sobresalieron en el buen hacer general de los británicos.



El sábado cerraban noche los americanos LYNCH MOB, un grupo mucho más duro que la mayoría de las formaciones del certamen. Lynch Mob es la formación propia del que fuera guitarrista de Dokken, el tremendo George Lynch, todo un fenómeno de las seis cuerdas. Quizás no pegaban mucho, pero sonaron apabullantes, y el concierto fue tan poderoso como lleno de calidad. George Lynch es un tipo frío en el escenario, pero cómo toca. Bien también Oni Logan a la voz, con aires en directo a los Cult (Ian Astbury) y sólidos Brian Tichy a la batería y Robbie Crane al bajo (nadie se acordó de Marco Mendoza). Sonaron clásicos de Lynch Mob como "River of Love" y también de su último trabajo, "Smoke and Mirrors", pero la locura llegó con las versiones de "Mr. Scary", "Into the Fire" y "Tooth and Nail". Una buena noche de sábado, pero esperábamos aún más del domingo.


P.D. A la salida del Rock City noche de Halloween, con toda la peña disfrazada y bastante corta de ropa pese al frío. Cómo son los guiris (sobre todo si son universitarios, están borrachos y no les ven sus papás).


DOMINGO 31 OCTUBRE ROCK CITY NOTTINGHAM


Otra vez en el Rock City, dispuestos a quemar las naves. El cartel del domingo me seducía bastante, empezando por GRAN DESIGN, un grupo de hard rock con aires a Def Leppard que abrieron de manera notable el último día de festival. Sólo tienen un disco titulado "Time Elevation", que tocaron casi íntegro. Bien su vocalista, el veterano Pete Saether y grande uno de sus guitarras, el solista D. Vestman, que también metía buenos coros. Poderosos y directos, sonaron cortes tan buenos como "Love Sensation" (single y clip del disco), "Piece of the Action" y "Time for Love", con la mala suerte adicional que al final se quedaron sin sonido. Pero gustaron bastante.


Una de las sorpresas agradables del domingo llegó con NEWMAN, un músico británico arropado por una banda tan rockera cómo melódica que dieron un pedazo de concierto, grabado por cierto en dvd con ánimos de lanzarlo en breve. Presentaban su último disco en estudio, el estupendo "The Art of Balance". Tocaron sus clásicos y canciones nuevas como "Hero to Zero", "Endless" o "Stay with Me". Sonido perfecto y un buen concierto, que volverá a colocar a Newman en lo más alto del escaparate melódico.
Y si el concierto de Newman estuvo estupendo, la decepción del día ( y del festival) corrió a cargo de los americanos STRANGEWAYS. Quizás tuvieron al mejor cantante del festival, Terry Brock, pero el show no pudo ser más soso y carente de emoción. Sabemos que su último disco, titulado "Perfect World" es bastante flojo y poco apropiado para el directo, razón de más para no tocarlo. Pues no, sonaron muchas canciones de este truño, y los pocos clásicos sonaron fríos y sin carisma. La nota negativa del Firefest.


Levantaron los ánimos los noruegos STAGE DOLLS. Gran concierto de los scandies, que supieron a lo que vinieron y cómo hacerlo para ganarse al público. Sonaron hits de la banda como "Still in Love" o "Waiting for You", además de algún corte de su último trabajo en estudio, titulado "Always", como "Rainnin´on Sunny Day" o "Eye of my Heart", pero los chicos de Torstein Flakne (voz y guitarra) cumplieron con creces.


Cambio de orden por retrasos logísticos entre JIMI JAMISON y Pretty Maids. Tocó primero la voz de los míticos Survivor, acompañado por los chicos de H.E.A.T (qué lujo) y por Tommy Dennander a las guitarras. Espectacular concierto, que arrancó con el "Caught in the Game" y se cerró entre otros con el "Burning Heart", "Rebel Son" o el súper conocido "Eye of the Tiger". Muy bien de voz y de actitud, Jimi Jamison se llevó al público de calle. Todos fueron clásicos de Survivor ("Search is Over", "Desperate Dreams", "Is this Love"), además del "I´m Always Here" y "Crossroads Moments" como temas propios. Inmenso y recordado show, que también se grabó en dvd. Ojalá se publique pronto.



Qué decir de los daneses PRETY MAIDS, tan buenos como fiables, donde actúan lo hacen de muerte, ya sea en un festival de rock melódico como en otro de heavy metal, son la ostia. Si pensabas que iban a tirar de baladas y medios tiempos por tratarse de un festival melódico, te has equivocado. Tocaron trallazos como "We Came to Rock", "Red Hot and Heavy", "Back to Back", "Love Games" o "Yellow Rain", pero también maravillosas y melódicas canciones como "Savage Heart", "Please don´t Leave Me" (mi canción del festival), incluídas dos de las mejores de su último disco, la cruda y homónima "Pandemonium" y la preciosa "Little Drops of Heaven". Todos estuvieron a un gran nivel, pero como siempre Ronnie Atkins a la voz y Ken Hammer a las guitarras llevaron el peso de la banda. Inolvidable.

Y después de Pretty Maids, ¿hay vida musical?. Cerrraban los NELSON, llamados maliciosamente los hermanos Timotei por su pelo hace años. Yo pensaba que sería un concierto blandito en onda nostálgica, pero me equivoqué para bien. Los hermanos Nelson han vuelto con muchas ganas y con un gran trabajo después de muchos años titulado "Lightning Strikes Twice". En directo estaban Gunnar (voz y guitarra) y Mathew (voz y bajo), pero para sonar más guitarreros y poco edulcorados se acompañaron de Mark Slaughter(guitarras y coros) y Neil Zaza (guitarra solista). Con tres guitarras el concierto no podía ser blandito. Sonaron cortes pegadizos de su último disco, como "Call Me", "When You´re Gone" y la rockera "Day by Day", además de clásicos como "After the Rain" y la añorada "Love and Affection", pero es curioso que la canción más coreada por el público fue un tema propio de Slaughter, "Up All Night". Bueno concierto de los Nelson, para mí mucho mejor de lo previsto, y buen cierre para otra edición del Firefest. Y vamos sumando.

AGRADECIMIENTOS: A todos mis amigos, esos valientes que nos fuimos desde Madrid para compartir un fantástico y largo fín de semana musical en Nottinghan (equipo Firefest). A Bruce Mee, más que un promotor un auténtico amigo y mejor persona. Y a Mariano, al que echamos tanto de menos por Inglaterra. Cuídate, hermano.
Texto y Fotos:Jesús "Nono" García

jueves, 1 de julio de 2010

KISS

22 de junio 2010. Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid

El Beso visitó España. Y no fue un beso más. No fue ni el agridulce beso de judas, ni el de la española, que (a veces, dicen) besa de verdad. Fue el beso americano. El que Kiss nos dieron en los labios en una noche mágica, llena de luces, colores, pirotecnia y un montón de auténtico Rock´n´Roll.
El palacio de los deportes estaba a rebosar. No había ninguna entrada disponible y los Kissmaníacos que se habían quedado sin ella, no podían conseguirla buscando reventa, pues ninguno de los allí presentes estaba dispuesto a perder esta ocasión de ver al Beso a cambio de unos miserables billetes.
Qué bien hicieron en no vender sus localidades, pues el espectáculo más grande del mundo aguardaba para que nuestros pecadores ojos diesen buena cuenta de ello y algunos, como un servidor pudiésemos relatar lo acontecido para todos vosotros…
Las colas para esperar no fueron excesivas, pues una buena organización lo tuvo todo excelentemente dispuesto para que las huestes de Simmons y Stanley se lucieran desde principio a fin del evento.
Telonazo de fondo con el logo de Kiss y buena música para esperar. Nervios... Todo apunta a que vamos a ver un trocito de historia del Rock… Hay una voz de megafonía que nos avisa de que algo muy grande va a ocurrir y mientras las luces se apagan, las pantallas se encienden y vemos a los cuatro brujos americanos, desde los camerinos comenzar el ritual que durante más de dos horas nos llevará hasta las mismísimas puertas del infierno.
Cae el telón y una plataforma volante está elevando a nuestros héroes al ritmo de “Modern Day Delilah”. Los fuegos, las explosiones y el espectáculo han comenzado. “Cold Gin”, será el siguiente tema en caer, con un público todavía demasiado frío y una banda algo nerviosa. Intentando agradar y para ello hablando y haciendo chistes en un más que curioso “mejicano”. El detalle de la banda está muy bien y la gente inteligente agradeció los esfuerzos de Paul por comunicarse con nosotros en castellano, pero algún más avispado Road Manager, tendría que avisar a la banda que España no es Méjico y que por lo tanto no es totalmente producente que Stanley base su repertorio de gracias en intentar cantar rancheras, pues más de un tonto se lo agradeció con silbidos.
De cualquier modo en tercer lugar cayó “Let me go, Rock´n ´Roll” y entre este tema y el “Firehouse” de después, con un escenario completamente llenito de humo y un satánico Simmons escupiendo llamaradas por la boca, el pabellón al completo estaba ya en los bolsillos de la banda.
Comenzó la debacle y con los madrileños totalmente entregados a Kiss, y la banda ya mucho más suelta y cómoda, los temazos fueron cayendo uno tras otro como auténticos mazazos de Rock´n´ Roll.
En cada tema la banda nos sorprendía con truco diferente, fuese de pirotecnia, luces, o puro espectáculo con los cuatro americanos actuando como auténticos oscarizados. “Say Yeah”, “Deuce”, “Crazy Nights”, “Calling Dr. Love”, fueron desgranándose para auténtica locura de los presentes. Y con “Shock me” arriva la primera sorpresita de la noche, pues es el bueno de Tommy Thayer quien nos va a cantar el tema y mejor de lo que nos podía parecer, pues hacer coros no entró jamás en las especialidades del genial guitarrista de Oregon.
“I’m an animal”, y un par de temas que se me escaparon de las manos, pues la visita al wc, era obligada después de unas horas de espera… Llegué a tiempo del fabuloso “Love Gun” al que siguió una gran versión de “Black Diamond”. A estas alturas el pabellón se venía abajo y la banda estaba ya como en el salón de su casa. Stanley nos divirtió con toda su gama de ocurrencias y chistes, derrochando simpatía en el que ha sido el antepenúltimo concierto de esta larga gira europea…
Siguió “Beth”, que como de otro modo no podía ser cantó Eric Singer (este sí que ya sabíamos que canta bien…) que por cierto es uno de los mejores baterías que jamás he visto en directo (y creo que he visto a 150.000 más o menos…)
Ahora llega el primero de los vaciles de la noche, pues la banda comienza a tocar los acordes de “Every time I look at You” y el público piensa “bueno, otra baladita” pero son tan bonitas… que comenzamos a cantar y balancearnos…
Ay… tontorrones de nosotros… se acabaron las baladitas. Era una trampa, la canción termina a los diez segundos y se empalma directamente con “Detroit Rock City”… Qué salvajada qué animalizes que estamos ya todos a estas alturas…
Stanley se canta el “Lick it up” a capella demostrando su buen estado a todos aquellos que aseguraron que a estas alturas ya no cantaba un pimiento…
En “I was for loving you” el mismísimo Paul viaja en cuerda sobre todo el público para cantarla desde una plataforma en medio del pabellón y las chicas gritan enfervorizadas, (bueno, nosotros también, qué demonios).
Los bises se componen del “God Gave rock & roll to you”, que no se escuchaba en directo desde
su presentación en el año 92 y el infalible “Rock and Roll All Nite” con todos cantando, botando, sudando y totalmente entregados en cuerpo y alma a los satánicos portadores del beso americano desde este momento hasta el fin de los tiempos. Amén.
Kiss se trajeron todo el arsenal de medios, potencia y ganas, no se dejaron ni un solo petardo en el local, ni una sola bengala, y los que pudimos verlos hace 15 días en Alemania, os aseguramos, que allí no estuvieron ni la mitad de simpáticos ni potentes.
Si es que somos la leche…
Joan “McArra” Rosell

martes, 8 de junio de 2010

ATLAS / EL MISMISIMO DIABLO

29 de Mayo de 2010. Sala Heineken

Muy mala noche para organizar un bolo en Madrid. Los promotores deberían tener en cuenta que mucha gente no cobra hasta el último día del mes, y en un 29 hay quien ya no le queda ni para pipas. Eso los que aún tienen trabajo, claro, pero ésa es otra historia. Y si encima coincides en la misma ciudad con otros conciertos rockeros, y encima gratuitos… Se explica que Atlas y El Mismísimo Diablo juntos congregasen menos gente que el mismo EMD en solitario cuando tocaron en El Sol hace cinco meses. Más de uno y más de dos quisieron ir y no pudieron.
Si a lo anterior añadimos la obligación de empezar a las ocho en punto, el panorama que los “diablos” se encontraron al salir al escenario era desolador. Pero no son músicos que se desalienten fácilmente, y en peores se las han visto, así que arrancaron con “Tikon” con tantas ganas como si estuvieran ante 10.000 personas. La banda se encontró con la ausencia del bajista Miguel Sempere, pues sus obligaciones como road mánager de Barón Rojo le imposibilitaron asistir, recordemos que a esas horas los De Castro y compañía estaban grabando un vídeo en directo en Barcelona. Para suplirle en los coros se encontraba Fermín Gallardo, a quien no conocía, cantante de Acero Azul y Paradise. Y en el bajo teníamos al propio hijo del titular, Miguel Sempere Jr. No sé cómo engañaron a la sala, porque el nene es menor de edad. Pero cómo toca, el tío. Y lo bueno es que lo suyo no es realmente el bajo, sino la guitarra, oírle tocarla te deja boquiabierto. El baile en la sección rítmica no afectó para nada la compenetración del grupo, que sonaron tan bien como de costumbre. Vale y los hermanos Bustos se acoplaron a la perfección con Miguel.Sólo tenían 40 minutos, que aprovecharon al máximo interpretando su disco completo, excepto “Libérate”. Las que más me gustaron fueron “El Tío Paliza”, “Chalana” y “Me Voy”, con la que cerraron. Como de costumbre el motor la actuación fue el gran showman Mariano. No sé que haría si tuviera que usar un micrófono con cable. Seguramente terminaría ahorcándose con él.
Para cuando salieron a las 21:00 horas los ATLAS, la sala tenía un aspecto mucho mejor, la gente ya iba aumentando en las últimas canciones de EMD. Comenzaron con “Odisea”, de su nuevo álbum “Contra Viento y Marea”, que venían a presentar. El repertorio fue muy equilibrado, casi a apartes iguales, entre los dos trabajos del grupo. Tanto los hermanos Arias como Nacho Prieto son grandes músicos y todos lo sabemos, pero el héroe de la noche fue sin duda José Martos, nunca he visto a nadie con los cojonazos de tocar la batería con un collarín ortopédico. Después de un buen rato, suponemos que obligado por el calor, tuvo que quitárselo, lo cual no hizo sino aumentar su mérito, seguro que otro en su lugar se hubiera marchado a urgencias. El segundo batería ex-Barón Rojo de la noche se merece lo mejor. Mientras tanto, la actuación continuaba, nada menos que dos horas, apurando el límite para el cierre de la sala. Supongo que por no haber tenido tiempo de escuchar como se merece el segundo CD, disfruté más con los temas del primero, como “Nosotros Somos La Revolución”, “Generación Sin Miedo a Vivir” o “Unidos”. Pero en general la gente recibía igual de bien las canciones de los dos discos. Ya en el bis, nos sorprendieron con un medley homenajeando al gran Dio. Después vinieron “Contra Viento y Marea”, “Da Igual”y “No Necesito a Nadie”, cerrando con “2040”, arañando hasta los últimos minutos, como ya hemos dicho. Esperemos que la próxima vez tengan más suerte, aunque lo bien que lo pasamos los que asistimos no nos lo quita nadie.
Texto: Nacho Jordán
Fotos: Eduardo Cabello

viernes, 7 de mayo de 2010

LEYENDA / REGERESION / VESTIGIA

24 de Abril de 2010. Sala Ritmo & Compás

Han tardado bastante los Leyenda en presentar en Madrid su último trabajo “Horizontes”. Más vale tarde que nunca, y junto a los invitados Regresión y Vestigia nos hicieron disfrutar de una buena noche de rock y metal.
Los jovencísimos VESTIGIA no puede decirse que tuvieran mucha suerte. En su propia página http://www.vestigiamrtal.com/ se autodefinen como metal melódico. La fuerte presencia de teclados y los constantes cambios de voz del cantante les dan cierta originalidad. En la sala tenían a la venta una demo de tres canciones, que es el adelanto de su futura maqueta. Pero, como digo, la mala fortuna se cebó con ellos. Cuando apenas llevaban unos minutos, dejaron de oírse varios instrumentos. Al menos demostraron recursos, mientras se reparaba el desaguisado el batería y uno de los guitarras improvisaron solos para entretener a la gente todo posible. Para cuando se arregló todo apenas les quedó tiempo para un par de temas. Una lástima. Esperemos volver a verles en mejores circunstancias, porque lo poco que tocaron lo hicieron derrochando ganas.
Recuerdo que cuando escuché el segundo y por ahora último disco de los catalanes REGRESION, “Revolución”, me pareció que, aunque bueno, no era un CD especialmente destacable entre la vorágine de lanzamientos que tenemos hoy día. Pero en cuanto abrieron con la misma “Revolución”, que sonó como un verdadero cañonazo, pude comprobar lo mucho que estas canciones mejoran en directo. Como es natural, la mayoría del repertorio fueron temas de su trabajo más reciente, como “Un Día Como Hoy”, “Necrópolis” o “La Apuesta”, pero no se olvidaron de su primera entrega, con muestras como “La Hora Final” o “Entregado a tu Piel”. Como fin de fiesta nos sorprendieron con una versión del “Aces High” de Iron Maiden, finalizando su descarga de puro heavy metal con la que quizá sea la mejor canción del último LP, “Sigo Vivo”, dejándonos con muy buen sabor de boca.
Es curioso que Ritmo y Compás es la sala donde quizá hayan tocado más veces los LEYENDA. Estaban de doble presentación, pues, además del nuevo trabajo, era la primera vez que veíamos en la capital a la última incorporación, el batería Jörgen. Durante aproximadamente hora y media hicieron un recorrido muy equilibrado a lo largo de sus tres discos. Las nuevas cayeron sobre todo al principio, como “Horizontes”, “Entorname los Ojos” o “Mr. Oscuro”, que fueron igual de bien recibidas que las más antiguas. Contaron con varios invitados. Alma y Adrián, teclista y vocalista de Vestigia, intervinieron en “Más Allá del Fin”. El anterior bajista David volvió a ocupar su puesto en “El Sueño del Infierno” y “Talento Oculto”. Y, para no ser menos, Pedro de Regresión, ayudó cantando en “Besos de Serpiente”. Tanto los músicos como los asistentes disfrutamos de los lindo. La genial descarga finalizó con “Soy Yo” y “Cazador”. Como de costumbre con Leyenda, cuando terminan esperas no perdértelos en la próxima ocasión.
Texto: Nacho Jordán
Fotos: Laura BJ

jueves, 29 de abril de 2010

ERIC MARTIN / ASFALTICCA

17 de abril 2010. Sala Caracol

Hace unos meses nos visitaban en Madrid Mr. Big, uno de las nombres más grandes del hard rock mundial con Eric Martin a la voz. Ahora su vocalista volvía a la capital del Reino para ofrecernos algo bastante distinto a lo que pudimos ver con su banda madre. Por desgracia la expectación que se creó en esta ocasión estuvo muy por debajo de lo esperado, apenas doscientos asistentes, y por supuesto a una inmensa distancia de la locura desatada por la visita de la formación norteamericana.
Pero antes de la actuación del californiano y de su banda, los madrileños ASFALTICCA se encargaron de intentar calentar a un público extremadamente frío e indiferente, como hacía mucho que no veía en un concierto. A pesar de ello el combo fue ganándose al personal a base de su buen hacer musical, actitud y por supuesto con la interpretación de los clásicos de Asfalto como ya hicieron un mes atrás en la Fiesta de La Cabaña del Tío Rock, eso sí, sonando bastante mejor que entonces, además de contar con la presencia del batería titular del grupo Raúl Ronco y de la flautista Arancha López que le dieron un colorido y unos matices muy interesantes a los temas.
El repertorio fue prácticamente el mismo que entonces, pero cambiado de orden, comenzando igualmente por “La Paz Es Verde”, seguida de “Desaparecido” y “Es Nuestro Momento”, con Angeles y el ex Dr. Snake José Antonio turnándose muy bien en las voces, con Javi Canseco como siempre incansable al bajo, mientras la guitarra de Luis Romero y los teclados de Carlos Alvarez adornaban los temas. Turno para “Ser Urbano” con el fragmento insertado de “Enter Sandman” de Metallica que ya no nos sorprendió pero que hizo que la gente se calentara un poco más y acabara disfrutando y coreando temas como “Días De Escuela”, “Capitán Trueno” en el que obviamente destacó el sonido de flauta, y la maravillosa “Más Que Una Intención” que bordaron. Les costó, pero creo que al final Asfalticca, y por ende Asfalto, ganaron algún que otro seguidor.
Y llegaba el momento de ver por primera vez en solitario en España a ERIC MARTIN. Un personaje imprescindible dentro del hard rock mundial con su inconfundible voz, que se mostró simpático y cercano, y con un gran nivel notándosele más a gusto y menos forzado que con Mr. Big, lógico por otra parte teniendo en cuenta que el nivel de exigencia instrumental de los temas que nos ofreció fue bastante inferior a los de Sheehan, Gilbert y Torpey. Para la ocasión Eric estaba acompañado por un guitarrista italiano que sin complicarse mucho la vida lo hizo bastante bien, y por una base rítmica sencilla y eficiente llegada de Inglaterra, completando un cuarteto clásico de puro hard rock y rock & roll. Abrieron con “Little Red House” tema rockero y alegre, para seguir en la misma onda con la vacilona de toques blues “Who Am I Supposed To Be” de su “I’m Going Sane”, a la que sucedió la más actual y fiestera “Burning My Mind” rescatada de “Destroy All Monsters”. A partir de aquí se acabaron los temas de la carrera en solitario de Eric y se dedicó a rescatar temas poco habituales de Mr. Big en sus directos, sobre todo de los álbumes aparecidos a partir de “Bump Ahead”, como “Hey Man” y “Get Over It”. “Superfantastic” fue la primera, algo retocada, seguida por “Hole In The Sun” más relajada, cogiendo algo más de calor en la rockera “Try To Do Without It”. Punto más suave y reconocible con “Promise Her The Moon” que sonó deliciosa, al igual que las más movidas “Take Cover” y “What’s It Gonna Be”, volviendo a bajar el pistón con la suave “My New Religión”, para retomar la caña rockera con “Fool Us Today” y con la más blues “A Rose Alone”. Esta sirvió como preludio a la salida al escenario de Jorge Salán al que Eric invitó semanas antrás a participar en el concierto de Madrid (algún día contaremos la historia de cómo se gestó esta colaboración). Y qué mejor que hacerlo para empezar la recta final del concierto con el clásico “Crossroads” que inmortalizó Vai en la película “Cruce De Caminos” y en la que Jorge se movió como pez en el agua disfrutando del momento. No me convencieron tanto con una modernizada y retocada versión del clásico entre clásicos “To Be With You” que me hizo añorar la original y las voces de los compañeros de Martin en Mr. Big, pero la cosa terminó mucho mejor con la setentera de espíritu Hendrix “Dancing With My Devils” que nos dejó un gran recuerdo como remate final. Buena y divertida actuación Eric Martin y sus chicos, en la que algunos echaron de menos su vena más A.O.R. de los primeros discos pero que, al menos a mi, me hizo pasar un muy buen rato, bastante mejor que el modernito que nos ofreció en el Gods 2002.
Mariano Palomo