jueves, 18 de febrero de 2010

GAMMA RAY / FREEDOM CALL / SECRET SPHERE

13 de Febrero de 2010. Sala La Riviera

No empezó la cosa con muy buen pie. Las puertas de La Riviera se abrieron a las 19:00 horas, tal como estaba anunciado. Hasta ahí todo bien, pero a medida que avanzaba la cola y nos acercábamos al acceso nos dimos cuenta de que ya escuchábamos tocar a los primeros de la noche. SECRET SPHERE debieron empezar a los pocos minutos de abrir las puertas, si no a la vez. Esto pareció no desmoralizar a los teloneros, que echaron muchas ganas que la gente supo valorar. Era curioso ver que la sala aún no estaba llena, pero todos los que ya habían entrado se encontraban en la pista. Muchos no los conocíamos de nada, pero, como digo, sabemos darnos cuenta de cuándo un grupo merece la pena. Personalmente sólo sabía que son italianos y que llevan cinco discos a sus espaldas. Este sexteto practica un power no muy lejano al de las dos bandas que tocaban después. Tuvieron un sonido bastante bueno que se mantuvo a lo largo de toda la noche. Aunque no conocía casi nada, sí puedo recordar alguna que otra de las canciones que tocaron, como “Loud And Raw” o “Welcome To My Circus”, que fue de las que más me gustaron. Lo único que no me hizo gracia fue que llevasen los coros grabados, pero por lo demás, cumplieron muy bien.
A las ocho en punto abrieron fuego FREEDOM CALL. Con una rapidez pasmosa, pues sus predecesores habían acabado sólo un cuarto de hora antes. A lo largo de sólo 45 minutos los primos hermanos de Gamma Ray se las arreglaron para no dejar fuera del repertorio a ninguno de sus seis trabajos largos en estudio. Aunque dentro de lo posible intentaron presentar su CD recién estrenado, “Legend Of The Shadowking”, del que tocaron tres temas. Comenzaron con “We Are One”, siguiendo con “United Alliance”, “Thunder God”, y la muy botada y aplaudida “Tears Of Babylon”. Es de señalar que el batería Dan Zimmermann no tocó con su banda paralela. Seguro que hubiera aguantado unos cuantos conciertos con los dos grupos, pero una gira entera probablemente era excesivo. Aunque nadie le presentó, en su lugar creí reconocer a Klaus Sperling, de Primal Fear. “Hunting High And Low” dio paso a “Merlin-Legends Of The Past”. La gente se lo pasó de lo lindo, pero lo mejor estaba aún por llegar, con la magistral “Warriors”, “Land Of Light” y, por supuesto, “Freedom Call”. Muy buenos y aplaudidos.
Si anteriormente la espera había sido cortísima, esta vez se nos hizo más pesada hasta que aparecieron GAMMA RAY, nada menos que 35 minutos. Con los últimos rezagados se llegó cerca del lleno total. Hasta las 21:20 no empezó a sonar “Welcome”. Está demostrado que para Kai y sus compañeros no hay en directo ningún tema imprescindible. De una gira a otra cambian el repertorio de arriba abajo, y si alguna canción permanece en el set list, es pura casualidad. La parte positiva es que con ellos nunca te aburres, y siempre escucharás composiciones que no habías disfrutado en directo con anterioridad. La parte negativa es que a veces puede ocurrir que no acierten con la selección de temas. Y es que parece mentira que una banda con 20 años de historia, con las excepciones de “Fight” y “New World Order”, base su repertorio en tan sólo tres de sus discos. “Land Of The Free” (“Abyss Of The Void”, “Rebellion In Dreamland” y “Man On A Mission”, versión balada); “Powerplant” (“Gardens Of The Sinner”, “Armageddon” y “Send Me A Sign”); y claro, “To The Metal” (“Empathy”, “Deadlands”, “Mother Angel”, “To The Metal” y “No Need To Cry”). Esta lista habla por sí sola. Después de una canción larga como “Armageddon”, ¿a quién se le ocurre tocar enterita “Rebellion In Dreamland”? Tampoco vino muy a cuento el solo de batería, lo cual no quita que Dan lo hiciera realmente bien. Y todo el que haya escuchado las canciones de “To The Metal” estará de acuerdo en que la mayoría no son muy adecuadas para el directo. Con todo, la simpatía y entrega de Hansen y compañía pueden con todo, hasta con un repertorio tan mal confeccionado. Las más celebradas fueron “Gardens Of The Sinner” y “Send Me A Sign”. Y del último trabajo, por supuesto la propia “To The Metal”. Lo mejor vino al final, dejándonos un sabor de boca que tardaremos mucho en olvidar. Para cerrar no podía faltar el recuerdo a Helloween, con “I Want Out”. Muy bien, pero los asistentes en masa decidimos que queríamos más. Quedaban dos ó tres minutos para las 23:00, y todos sabemos que a esa hora La Riviera corta por lo sano, el pijódromo debe ser abierto en cuanto desaparezcan las hordas metálicas. Pero todos hacíamos como si no lo supiéramos. Dando la impresión de que dos mil personas se habían puesto de acuerdo, como un solo hombre pedimos insistentemente “Future World”. Creo que la última vez que había visto algo parecido fue en el 2001, cuando en la sala Revólver, hoy Copérnico, los Barón Rojo tuvieron que tocar por narices “Siempre Estás Allí”. Tan pesados nos pusimos, que Kai intentó decirnos que gracias, que lo sentía pero que no podía ser, pero antes de acabar sus excusas, repentinamente los músicos salieron escopetados volviendo acto seguido empuñando sus instrumentos. Evidentemente, alguien de la sala les acababa de decir que autorizaba un tema más. No necesitamos decir cuál fue, ni el delirio con el que fue recibido. Al final sólo pasaron 4 minutos de las once cuando todo acabó. ¿Qué trabajo le costaba a la discoteca cedernos tan poco tiempo? Evidentemente, ninguno, y es de agradecer que así lo supieron entender. Ojalá siempre las cosas fueran así.
Nacho Jordán

martes, 9 de febrero de 2010

LIVE GUITAR NIGHT - JAVIER VARGAS / JORGE SALAN

5 de febrero 2010. Sala Penélope

Más que atractiva se presentaba la iniciativa propuesta por dos de los mejores guitarristas de los que podemos disfrutar en nuestro país, cada uno con sus estilos definidos y características marcadas, pero ambos con una clase, feeling y elegancia al alcance de muy pocos.
En primer lugar saltó al escenario de la sala Penélope de Argüelles (la primera que la visitaba tras su nueva remodelación encontrándola bastante bien equipada y más que correcta en cuanto a aforo, visibilidad y sonido para este tipo de eventos), nuestro paisano JORGE SALAN acompañado por su banda habitual, con los siempre sólidos y eficientes Carlos Expósito a la batería y Fernando Mainer al bajo, para dar entrada en el segundo tema al teclista y guitarra rítmica Javi Díez que cada vez va tomando más protagonismo. Tras una extensa intro pregrabada que creo correspondía a una arenga del revolucionario mejicano Emiliano Zapata, atacaron con poderío y energía destripando la magnífica “Mystic Highway” en la que ya pudimos ver las ganas y hambre con el que salieron a escena, sobre todo con un Jorge que cada vez se encuentra más a gusto en las tareas vocales sin que esto afecte en absoluto a su enrome labor con la guitarra. Casi sin respiro golpearon de nuevo con la cañera “The Dragon”, ya con Javi en escena apoyando con sus teclados que tardaron un poco en sonar como debían, pero no deslucieron la tremenda entrega del ex Arwen, y con el resto sonando cada vez mejor. Pequeño break para la presentación de la banda a cargo de Jorge con sus habituales chascarrillos y ocurrencias, y estreno en sociedad de “Fuerza y Arie”, uno de los nuevos temas que aparecerán el próximo 23 de febrero dentro de “Estatuas En La Calle” el nuevo disco del madrileño, y que no es otra cosa que una adaptación al español de la maravillosa “You Will Stay Alive” incluida en “Subsuelo”, quedándoles bastante bien, rematada por un breve y técnico solo de batería de Carlos que dio paso a la más actual y agresiva “The Pride On The Top” que sonó con rotundidad siendo una de las que más me convenció. Protagonismo instrumental a renglón seguido con lucimiento de todos los músicos de la banda, para llegar a otro de los momentos más sorpresivos y álgidos de la noche, “The Sky Is Crying” una magnífica versión del bluesman Elmor James que el señorito Salán ejecutó con un sentimiento y clase enormes, a modo de aperitivo de lo que sucedería posteriormente a su show. Vuelta a la faceta más cañera con “Avoid The End”, y respaldo absoluto para la maravillosa instrumental “Driving Through The Tunnel”, con la que el gran público empezó a conocer a Jorge y que es imprescindible en todos sus directos. Como me da la impresión que lo está empezando a ser “Subsuelo”, el tema que escribió junto a Miguel Ríos, y que encaró con decisión y mayor crudeza que la original sin arreglos de violín y sin el deje granadino de Ríos, quedándole bastante bien. Dejaron para el final “Cuando Los Tiempos Cambien”, la adaptación al español de “One Way” incluida originalmente en “The Utopian Seas Of Clouds”, y que es otro de los temas que aparecerán en el próximo disco, y que sigue enganchando mucho al personal en directo también en esta nueva versión. Hora y cinco de descarga que mostró a una banda tan buena y competente como siempre, pero con una vuelta más de intensidad y actitud, sobre todo por parte del titular de la banda.
Un breve descanso, cambio de equipo, y salida a las tablas de una de las grandes referencias del blues rock nacional, la VARGAS BLUES BAND. Una formación a la que tenía mucha curiosidad por ver por primera vez, y que se ha ganado su prestigio a pulso en su extensa trayectoria encabezada por el hispano-argentino Javier Vargas a la guitarra, acompañado para la ocasión en un principio en escena por el bajista y cantante Luis Mayol, y por el batería holandés Peter Kunst. Los tres se encargaron de empezar a calentar motores con dos buenos temas festivos y directos, (perdón por mi ignorancia sobre los títulos de la discografía de Vargas, y del blues en general), más blues rock la primera y más sureña la segunda tirando de tubo de guitarra, y sonando con una limpieza e intensidad tremendas. Una intensidad y diversión que creció con la salida del cantante americano Tim Mitchell que consiguió atrapar y contagiar con su alegría al personal que le siguió en la puramente blues que me pareció entender que se titulaba “Talkin’ About Blues”. Bajó un poco el ritmo con otra atemperada pieza, para adentrarse en terrenos soul con su aguda voz llegando a registros complicados que arrancaron los espontáneos aplausos de la concurrencia. De nuevo vuelta al rollo vacilón con otro puñado de temas en las que Mitchel no paró de moverse y hacer cómplice al personal además de apoyar en bastantes momentos con su guitarra rítmica, mientras Vargas seguía a lo suyo desgarrando magníficos riffs y solos, siguiendo en una onda más relajada con “Sweet Loving You”, que se tornó más divertida con la melodía de “La Cucaracha” desde la guitarra, para enganchar con un magnífico blues eléctrico que me recordó a la última etapa de Gary Moore. Uno de los momentos más memorables de la noche vino con “Sad Eyes”, un tema suave con aires soul y funky en la que Mitchell se marcó un contraste de voces alternando agudas a lo Prince y graves a lo Barry White, que dejó a más de uno con la boca abierta, mientras el resto iba calentando motores para atacar a continuación con una buenísima versión del clásico “Purple Haze” de Jimi Hendrix, que prácticamente suponía el cierre de lo que fue la actuación en sí de la banda, justo antes de dejarnos otra buena pieza de blues arrastrado. A modo de interludio tiempo para la demostración instrumental tanto de Luis como de Peter con aires funkies y vacilones, para volver a escena con la presencia de nuevo y ya hasta el final de Jorge Salán para acompañar en la divertida y extensa “Bad Time Boggie” donde fueron intercalando retazos de clásicos como “Sunshine Of Your Love” de Cream, “Burn” de Purple, “Whola Lotta Love” de Zeppelin, o incluso alguna de los Beatles, lástima que no hubiera tiempo para interpretarlas íntegramente. El cierre fue de lo más curioso con Mitchell dejando su puesto al micro a un señor ya entrado en edad desconocido para mí, y que fue el último invitado que rejuveneció unos cuantos años poniendo su voz a la curiosa “Only Two Times” y con una retocada y extendida versión de "L.A. Woman" de los Doors en la que disfrutaron tanto éste como Jorge y Javier compartiendo solos y acordes. Cierre festivo y original para un noche llena de buen gusto, diversión y energía, tres horas muy bien aprovechadas que se nos pasaron en un suspiro.
N.R.: Os pedimos disculpas por no poder acompañar la crítica de Vargas Blues Band con fotos por problemas técnicos.
Mariano Palomo

BARON ROJO

30 de Enero de 2010. Sala La Riviera

Las vueltas que da la vida. Cuando hace más o menos dos décadas y un mes abandonaron BARON ROJO, ni Hermes ni Sherpa habrían sospechado esta situación ni en sus sueños más optimistas. Para ellos el grupo del que estaban hasta el gorro, hartos de zancadillas externas y de tensiones internas estaba muerto y enterrado. Nunca habríamos llegado a este resurgir de no haber sido por el empeño de los De Castro. Ni por la aportación de todos los músicos que pasaron posteriormente, tampoco hay que olvidarlo. Y el regreso de los fugados ha sido de la mejor forma posible. La euforia de la reunión se diluiría en el tiempo tarde o temprano. Sin embargo, la propia naturaleza de esta gira, que todos sabemos que no se repetirá en un largo tiempo, es precisamente lo que ha provocado su éxito. La sensación de que quizá no habrá otra oportunidad ha motivado esta masiva venta de entradas, quizá sorprendente si tenemos en cuenta el relativo fracaso de público el año pasado en el festival Metalway. ¿Habría sido la respuesta la misma si sólo se hubiera anunciado la vuelta definitiva? Mejor no saberlo y disfrutar del momento.
Casi 20 años a hostia limpia como personas no puede con el hecho de que, como músicos, forman el mejor combo de la historia del rock en nuestro país. Y es lo que más llama la atención, lo bien que suenan los cuatro pese a tanto tiempo sin trabajar juntos. Incluso la voz de Sherpa, que cuando actúa en solitario la hemos visto siempre en estado lamentable, ha mejorado tanto que no parece el mismo. Aunque en los primeros temas no se le oía ni a él ni a Carlos, cuando 2.500 asistentes cantan los temas como un solo hombre de principio a fin, es lo que suele pasar. Poco a poco algunos se fueron cansando, las gargantas comenzaban a irritarse, y el concierto se pudo escuchar con más o menos normalidad.
Creo que no vamos a malgastar tiempo y espacio enumerando todas las canciones que cayeron a lo largo de las dos horas con 50 minutos que duró el concierto. Entre otras cosas, porque el repertorio fue casi igual que el de Zaragoza el año pasado. Incluso el comienzo fue el mismo, con “Concierto para Ellos”. En ese momento muchos se acordaron de Obiwan, amigo del foro de Barón Rojo cuya prematura muerte aún resulta dolorosa de recordar a pesar de los meses transcurridos. También el montaje fue muy parecido (sí, otra vez) al de la capital maña, con una pantalla gigante en la que aparecían imágenes que hacían alusión a las letras de las canciones. Aparte de las inevitables (“Son Como Hormigas”, “Cuerdas de Acero”, etc.), cayeron otras que durante estos 20 años habían sido tocadas alguna vez por los hermanos, pero en muy contadas ocasiones, como “Rockero Indomable” o “Se Escapa el Tiempo”. Creo que las únicas que jamás había oído, excepto en Metalway, fueron “Caso Perdido” y “Tierra de Nadie”, que fue la más “reciente” que sonó esa noche. Y resulta difícil de entender este repertorio. Se trata de celebrar la historia de la formación original. ¿Es que temazos como “Señor Inspector”, “Sombras en la Noche”, “Travesía Urbana”, “Seguimos Vivos” o “Paraíso Terrenal” no forman parte de esa historia? Salvo la excepción que hemos dicho ¿por qué esa manía de querer olvidarse de sus tres últimos discos? Estamos seguros de que todos los presentes los habían escuchado, tanto lo más jovencitos como los más abueletes, que alguno había. En cualquier caso, los cuatro echaron todas sus ganas. Hermes acabó reventado. Armando, gracias a su micrófono de cuello pudo cantar sin parar un momento. Sherpa, siempre buscando protagonismo y disfrutando de ello, se empeñó en ser el portavoz, anunciando casi todas las canciones con presentaciones ingeniosas. Aunque tuvo sus fallos nadie le puede discutir su entrega. Quizá el más beneficiado fue Carlos. Acostumbrado a cantarlo todo él solito durante más de dos horas, el alternar responsabilidad vocal con Sherpa fue para él casi unas vacaciones. ¿Sobró algo? Probablemente los solos de batería y guitarra, de eliminarlos habrían entrado más temas. ¿El mejor momento? Depende cada uno, para mí fue muy emotivo “Los Rockeros Van al Infierno”, al ver a Sherpa haciendo el paso del pato en perfecta sincronía con Carlos y Armando. ¿Y el peor? Sin duda el cierre de la noche, al confundirse en la letra de “Casi me Mato” tanto José Luis como Carlos. Bien se la podrían haber ahorrado. Pero en líneas generales este regreso está resultando mejor de lo que algunos esperábamos, A disfrutar lo que queda de gira. Si la salud lo permite, seguro que repiten la jugada dentro de cinco años, y no es improbable que ocurra mucho antes.
Texto: Nacho Jordán
Fotos: Bgsol

UZZHUAIA

29 de enero 2010. La Sala Live

Había ganas de volver a asistir en directo a una nueva descarga de una de las bandas más competentes, enérgicas y directas de nuestro hard rock. Los valencianos UZZHUAIA volvían a la capital del Reino para calentar motores de cara a la salida de su próximo trabajo y para cerrar por todo lo alto la gira de su anterior obra, el magnífico “Destino Perdición”, llevando a cabo únicamente esta fecha en Madrid y al día siguiente en su ciudad. Y las ganas se notaron tanto por parte de la banda, como es habitual, como por parte de las cuatrocientas personas que llenábamos en buena parte la sala carabanchelera donde tuvo lugar la descarga de los levantinos, disfrutando una vez más todos juntos de otra velada llena de sudor, electricidad y entrega mutua. Salieron a matar con tres de sus pelotazos más recientes, “Desde Septiembre”, “Baja California” y “No Somos Perfectos”, coreadas todas ellas por el respetable y por la propia banda, ayudando a un Pablo al que le noté algo fatigado en su voz, pero dándolo todo sin tregua, bien respaldado por la tremenda pegada de José desde la batería y por la solidez y el espectáculo que propone el bajista Álvaro, mientras Alex y sobre todo Isra destripaban riffs y solos con poderío y clase. Siguió el ritmo arrollador, y algo embarullado con dos temas del penúltimo disco homónimo del grupo como fueron “Una Vez Más” y “Más Allá”, para sorprender a la concurrencia a continuación con “Miedo” tema inédito del CD que aparece en la edición vinilo de su último disco, un buen tema más relajado, en la que Pablo se colgó la acústica para acompañar con cierto rollo sureño, para seguir más o menos por la misma senda con “La Flor y La Guerra”. Volvió la caña más sucia con la primigenia “Amanecer”, y el hard rock más contagioso con otras dos descargas de adrenalina como “La Cuenta Atrás” y la más Cult “No Intentes Volver Atrás” en la que Isra se salió, al igual que en la no menos coreada “Perdido En El Huracán”, uno de los momentos álgidos de la noche. Tiempo en este punto para presentar uno de esos nuevos temas que formarán parte de la próxima entrega del grupo, “Tempestad”, un tema intenso a medio tiempo, que afortunadamente no tiene nada que ver con Napalm Death como lo presentó Pablo, acelerando seguidamente con la arrolladora “Cuando Ya No Quede Nada” también muy celebrada por los fans, relejándose el ambiente con la desgarrada “La Otra Mitad” en la que las voces sobresalieron junto a la acústica. El final antes de los bises lo pusieron “Viaje Sin Fin” el otro tema que cayó de su primer disco “Diablo Blvd.” para disfrute de sus seguidores más añejos, que arrastraron a toda la sala hasta la tremenda “Blanco y Negro” que fue un tremendo ejercicio de puro hard rock hecho con corazón y pelotas. Volvieron a escena en pocos minutos para acabar de darnos lo nuestro con otro de los temas que aparecerá en el próximo disco, “No Quiero Verte Morir”, composición cañera y cortada que sigue la línea habitual del grupo sin desentonar con lo que fue la traca final con las inmensas “Destino Perdición” y “Nuestra Revolución” coreadas a grito pelado para acabar de agotarnos, aunque siempre dejándonos con ganas de más. Cierre por todo lo alto de otra gran actuación de Uzzhuaia que concierto tras concierto no hacen más que engrandecer su nombre y subir peldaños dentro del hard rock español.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: David Esquitino

lunes, 8 de febrero de 2010

BLACKSNAKE

20 de Febrero de 2010. Sala Ley Seca. Zaragoza

La expectación que había levantado esta banda, era considerable y por otro lado tampoco de extrañar, pues los alicientes fueron muy importantes y emotivos. Versiones de Whitesnake ejecutadas por una banda compuesta por cinco de los mejores y más acreditados músicos de esta ciudad… Interesante.
El recital comienza cinco minutos antes de lo previsto, y eso ya nos indica un detalle por parte de banda y organización. Tremenda arrancada de la banda con “Come On” y encima Dani (ex Club Peyote y Presence) nos pregunta que si “Are you Ready” ?, al igual que hizo Coverdale desde el corazón de la ciudad 30 años atrás. El público ya está gozándola, y vamos por la primera. “Sweet Talker” es el siguiente latigazo de la serpiente y la gente ya empieza a sospechar que vamos a asistir a un homenaje al afamado concierto de las huestes de Coverdale en el 80.
La guitarra de Charly suena bestial. ¡Cómo ejecuta este hombre, madre mía! Muchos no le habíamos visto en directo desde su época con los legendarios Pedro Botero. Charly sentó cátedra durante todo el concierto dando una lección de tablas, clase, elegancia y buen gusto a la hora de tocar una guitarra.
“Walking in the shadow of the blues”, “Love hunter” y “Ain´t no love”, fueron cayendo una detrás de otra. El público vibraba con la banda, los coros resonaban por todo el local. Los chicos estaban disfrutando, y eso se nota.
De repente, Juanito, (¡qué grande este batería!), da palos y la banda dispara. Ahora la serpiente mordía de veras, “Fool for your loving”.
Eduardo, uno de los más reputados bajistas de esta ciudad se suelta un poco y se deja llevar por el ambientazo del escenario. Tremenda labor la de este hombre procedente de Ferrobós intentando amarrar todos los caballos de potencia de la banda. Marcando el tempo con ese estilo y esa personalidad que siempre imprime a sus bandas.
“Trouble”, es el siguiente tema de la noche, parece que la banda quiere dar un respiro al respetable, y eligen un tema más tranquilo, pero ya es tarde, la serpiente a inoculado su veneno en las venas de esta horda de rockeros, y las gargantas cantan al unísono: “…everywhere I look there is trouble, Trouble always coming my way…”
Para cuando suena el “Cying in the Rain” ya pasamos de la hora y cuarto de concierto.
Y Dani nos recuerda en este tema al Bon Scott más desgarrado de los 70´s. Qué estilo y que voz que tiene este chico. También hace años que le seguimos la pista. Va a más y tiene una voz realmente privilegiada.
El público canta, salta, da palmas… estamos asistiendo a algo grande, pues aparte de lo mencionado, que no es poco… asistimos a la vuelta, al retorno a los escenarios de Javi. Uno de los mejores y más espectaculares guitarristas que hayamos conocido en el reino. Tras su paso por bandas antológicas como Reo y Crisis, detuvo en seco su meteórica ascensión y lo dejó. Sin más. Su vuelta, de la mano de esta serpiente negra, ha sido la noticia del año sin duda en el panorama musical de la ciudad de Zaragoza, por ello, no había más que echar una ojeada entre el público, y encontrar a lo más granado del horizonte de músicos de esta ciudad. Y Javi, no les defraudó. Dejó los primeros solos de la noche para Charly, como haciéndonos esperar. Cada vez que llegaba el momento de un solo, el público fijaba su vista en la escena, para discernir cual de los dos hachas era el que nos estaba deleitando y, cuando le llegó por fin el turno a Javi, se hizo la ovación. 12 años esperando ese solo. Apoteósico. Este hombre sigue siendo un auténtico animal. Es el guitarrista de heavy metal de libro, el clásico por antonomasia. Su técnica de palanca y destensamiento de cuerdas es increíble. Y qué fácil que lo hace… Puro nervio, tardó algo en soltarse, pero salió la bestia. De hecho la palanca de su guitarra, cayó al suelo varias veces, implorando perdón, no acostumbrada a tanto trabajo.
El show llega a su fin. Los chicos se despiden entre ovaciones. Ovaciones al retorno de este genio, a esta gran banda… y al grito de otra, otra… ¡¡¡Y Dani nos pregunta micro en mano que qué queremos escuchar!!! ¡Ahí está la chulería, sí señor! Nadie se lo piensa dos veces… ¡¡¡“Fool for your loving”!!! Palos y arranque. “Fool for your loving” a todo trapo. Esta versión final es la debacle.
Bombazo final para una de las mejores bandas que hemos visto en mucho tiempo. Si tienes ocasión de ver a la serpiente negra por tu ciudad, yo no me lo perdería. Caerás hipnotizado cual pajarillo…
Joan McArra Rosell
Foto: Vicente Kante Martí